La Palabra de Dios enriquece, nutre nuestras vidas y además nos da una perspectiva de un valor incalculable. Cuando estamos inmersos en nuestro día a día, con nuestras responsabilidades familiares, laborales, económicas, y de forma excepcional con toda la incertidumbre que esta crisis sanitaria nos está deparando, todo ello a menudo bajo presión, que bueno es saber que Dios es la referencia, la brújula de nuestras vidas.
El salmista lo expresa de forma muy hermosa y convincente, meditemos en las ideas que David nos comparte inspirado por el Espíritu santo.
Dios es lo más importante en mi vida (v. 1-3)
- Dios es mi Luz. Sin El viviríamos a oscuras, a tientas, la luz aumenta la visión.
- Dios es mi Salvación. Sin El viviríamos perdidos, desorientados, sin esperanza.
- Dios es mi Seguridad: Sin El sucumbiríamos al temor, a la inseguridad.
Dios es lo más hermoso de mi vida (v.4-6)
- Una cosa he pedido y buscaré: Estar en Su presencia todos los días.
- Para contemplar su hermosura, que importante detenernos y meditar en Su carácter.
- Para orar en su presencia, compartir con el la vida, desarrollar nuestra amistad con El.
Dios y nuestras oraciones (v. 7-11)
Las oraciones son claves en nuestra relación con Dios, David tenía muy claro que era orar.
- Buscar el rostro de Dios: esta es la dimensión de la adoración, Dios es majestuoso.
- Aparta tu ira oh Dios: esta es la dimensión de la confesión, cuanta necesidad de perdón.
- Dios, has sido mi ayuda: esta es la dimensión de la petición, cuatro grandes áreas:
- No me dejes: la necesidad de su presencia en nuestra vida.
- Enséñame tu camino: la necesidad de dirección en nuestra vida.
- Guíame por sendas de rectitud: la necesidad de santidad en nuestra vida.
- Líbrame de mis enemigos, aflicciones: la necesidad de protección.
Dios es bueno (v. 13-14)
Concluye con una afirmación muy profunda, con grandes implicaciones prácticas:
- Confiar en Dios: creer en su bondad aquí y ahora.
- Aguardar a Dios: Serenidad, descansar en el Señor.
- Esforzarnos en Dios: vivir y trabajar renovada y excelentemente.
- Esperar en Dios: desarrollar una visión esperanzada de la vida.
Que este salmo nos estimule a reconocer la bondad de contar con Dios en nuestras vidas.
Francisco Mira
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