Tenemos el privilegio de compartir con vosotros el boletín número 50. Cuando alcanzamos una cifra redonda como esta es habitual echar la mirada atrás para darnos cuenta del camino ya recorrido, y a la vez tomar ánimo para proyectarnos hacia el futuro.
En esta ocasión os compartimos una reseña del círculo de predicadores de Madrid y unos artículos sobre como predicar un texto del Antiguo Testamento y otro de un evangelio.
Deseamos que este boletín os sea de utilidad para estrechar lazos con otros círculos y para seguir formándonos en la exposición de la Palabra.
Jaume Sagués
Reseña del círculo de Madrid
El círculo de predicadores de Madrid pudo reanudar su actividad hace poco con la primera reunión del curso. Asistieron quince hermanos de siete iglesias distintas. Pudimos repasar cómo la predicación expositiva es el «arma secreta» de Dios para la transformación de personas. Para que así sea, los hermanos necesitan oír la voz de Jesucristo: «le habéis oído y habéis sido por él enseñados» (Ef. 4.21). Esto requiere que el expositor humano se deje guiar por los principios de fidelidad al texto, pertinencia al auditorio y claridad en el desarrollo de la idea central.

Par el tiempo de estudio conjunto, hemos asumido el énfasis del tercer año del ciclo de Taller de Predicación: la exposición de los evangelios y las epístolas. Analizamos el pasaje de Marcos 5 donde Jesús sana a la hija de Jairo y también a la mujer con el flujo desangre. Con un intercambio vivo y animoso, hemos podido ver que el mensaje central tiene que ver con la plenitud de Jesús para salvar,a pesar de una fe a veces deficiente en las personas.
Terminamos reflexionando sobre los bosquejos que dos hermanos presentaron. Son textos que van a abrir en sus iglesias dentro de poco: 1 Reyes 4 y el libro de Habacuc.
En fin, la reunión ha sido de mucha bendición. Los hermanos han salido fortalecidos. Varios han expresado su deseo de invitar a otros predicadores jóvenes de su iglesia al próximo encuentro.
Esteban Rodemann
Artículo “La narrativa del Antiguo Testamento”: Un reto para la predicación expositiva – 2º Samuel 9
Cuando aparece la figura de David en la historia de Israel, nos encontramos por primera vez con un hombre que Dios describe como «varón conforme a mi corazón» (1 S. 13.14). Los jueces de Israel habían recibido una capacitación espiritual transitoria para vencer a los enemigos, como también el rey Saúl. David, sin embargo, representa el triunfo del bien basado en un carácter íntegro, en sintonía con la voluntad de Dios. Por ello Dios hace un pacto con David, prometiendo que el futuro Salvador vendría de su linaje y ocuparía su trono para siempre (2 S. 7.12, 16). Jesucristo sería, como David,«un varón conforme al corazón de Dios».
Jesucristo es Hijo de David no solo porque ocupa un lugar en la cadena genealógica, sino porque encarna las mismas virtudes, los mismos sufrimientos y la misma victoria final que el hijo de Isaí. Esto advierte al creyente de que la vida de David ofrece muchas pistas acerca de la persona y la carrera de Jesucristo. Dar con estas pistas enriquece la fe del cristiano de hoy.
Así ocurre con el encuentro entre David y Mefi-boset. David ha ganado las batallas, está instalado en el trono en Jerusalén. Toma la iniciativa de hacer misericordia con algún superviviente de la casade Saúl. Mefi-boset, cuyo nombre significa «el que reparte vergüenza», es poco apto para beneficiarse de las atenciones del rey. Es descendiente del rey Saúl, el gran enemigo de David. Está lisiado: no puede andar, debido a una caída cuando era pequeño. Dela misma manera, el creyente de hoy nace como descendiente del enemigo de Dios (Ef. 2.1-3). Está incapacitado para andar en los caminos del Señor, debido a una caída que ocurrió al principio delos tiempos. La consecuencia de haberse apartado del Señor es vergüenza (Os. 9.10).
Mefi-boset es consciente de todas sus deficiencias y, por ello, se postra delante de David cuando el rey le llama. Así es como las personas se salvan hoy en día: reconociendo su necesidad espiritual, se postrándose de corazón ante Jesucristo, reconociéndole como el único rey de sus vidas. «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo».
Artículo completo aquí: La narrativa del Antiguo Testamento – 2º Samuel 9
Esteban Rodemann
Artículo “La exposición de los evangelios”: Marcos 5:21-43
Este pasaje narra un milagro dentro de otro milagro. Sigue el relato acerca de la tempestad que Jesús calma con dos palabras (Mr. 4.39), luego el encuentro con el endemoniado gadareno, donde miles de demonios tienen que obedecer su palabra, saliendo del poseído y entrando en la piara de cerdos. Marcos quiere transmitir la idea deque la palabra de Jesucristo tiene poder: primero sobre la naturaleza, después sobre las fuerzas del mal.
Ahora abarca otra idea: Jesucristo está tan lleno de virtud que el más mínimo acercamiento a él es suficiente para dar la sanidad completa a las personas. La hija de Jairo ha muerto, pero Jesús tiene poder para superar la muerte. La mujer con el flujo de sangre sufre de una corrupción interna que no amaina, pero Jesús tiene poder para restañar la fuente de corrupción dentro de las personas. Hay un hombre necesitado, luego una mujer. El hombre tiene nombre (Jairo), la mujer es anónima. El hombre tiene una posición social (principal de la sinagoga), la mujer es una vecina más.
El ser humano tiene dos problemas ante Dios: la condenación por las faltas cometidas («la paga del pecado es muerte») y la corrupción que mana del corazón. Jesucristo tiene que solucionar tanto una cosa como otra. Resucitando a la hija de Jairo, demuestra que él supera la condenación en que han incurrido todos. Sanando a la mujer con el flujo de sangre, Jesús demuestra que él también supera y redirige la corrupción innata del ser humano.
Saber que Jesús está tan dispuesto a responder para ayudar a los que se le acercan con fe –aunque sea una fe tímida, pequeña, poco formada– nos anima a llevarle todas nuestras cargas. El puede darla vuelta a situaciones donde ha ocurrido lo peor (como la muerte dela hija de Jairo). También puede cerrar el grifo de pensamientos y tendencias dañinas que nos complican la convivencia en este mundo (como la sanación de la mujer con el flujo de sangre).
Artículo completo aquí: La exposición de los evangelios – Marcos 5: 21-43
Esteban Rodemann