Los libros sobre la predicación suelen ser de una de dos clases. Uno es el tipo de libro que pretende ofrecer ayudas prácticas a la hora de confeccionar un mensaje. Esta es la clase de libro que primero suelen buscar predicadores noveles que se sienten poco preparados para el importante reto de comunicar la palabra de Dios.
El segundo tipo de libro sobre la predicación no pretende ser tan pragmático sino que su objetivo es estimular y motivar a una buena predicación. Para ello suele reflexionar sobre cuestiones tales como ¿cuál es el objetivo que nos planteamos al predicar?, ¿qué es lo que realmente estamos intentando hacer? y además ¡por qué nos debe importar la predicación! Este tipo de aclaraciones son cada vez más necesarias en el mundo evangélico actual donde reina una creciente confusión sobre la esencia de la labor de la predicación y donde se la valora cada vez menos. Aún aquellos que sí ven la importancia de la predicación se pueden sentir frustrados en sus intentos de defenderla ante otros y pueden descubrir que no es tan fácil responder a una pregunta tan aparentemente sencilla como ¿Qué es la predicación?
El libro de Sugel Michelen De parte de Dios y delante de Dios: una guía de predicación expositiva publicado por B & H en 2016 pertenece a ese selecto grupo de libros que consiguen hacer una aportación significativa tanto en el terreno de la base teológica de la predicación como también en cuanto a ayudas prácticas para llevarla a cabo. En este sentido me recuerda al clásico libro de John Stott La predicación : Puente entre dos mundos. Pero tiene una gran ventaja sobre el libro de Stott: el que ha sido escrito en Español. Aunque van apareciendo libros importantes sobre la predicación traducidas de otros idiomas es alegría especial poder recomendar libros escritos en el mundo hispano.
Destaco dos aportaciones de Michelén que me han resultado especialmente llamativos o útiles, una en cada una de las dos grandes vertientes ya mencionadas. En la primera sección del libro el autor trabaja tres brazos de lo que él llama “el ancla teológico” de la predicación, a saber: que “Dios ha hablado y sigue hablando”; que “Dios habla hoy por medio de su palabra escrita” y que “Dios nos ordena predicar su Palabra para hacer oír su voz”. Las primeras dos de estas son cuestiones que también desarrollan otros autores como he señalado en mi artículo “Tres bases teológicos de la predicación” http://tallerdepredicacion.es/articulos/tres-bases-teologicas-de-la-predicacion/
Pero en el capítulo que trata la afirmación “Dios nos ordena predicar su Palabra para hacer oír su voz”, Michelén tiene un apartado muy original y sugerente. Allí él trabaja pasajes del Nuevo Testamento que vinculan la voz de Cristo con la predicación. Pablo les escribió a los Efesios que Cristo “vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos” (Ef 2:17). ¿Cómo pudo hacer semejante afirmación si Jesús nunca salió de Palestina? En la epístola a los Romanos Michelén explica que en el Griego Rom 10:14 dice no “¿cómo creerán en aquel de quien no han oído?” sino literalmente “¿cómo creerán en aquel a quien no han oído?”. Cuando se ve que el contexto es la necesidad de la predicación, la conclusión es que “la fe viene por el oír a Cristo, y el oír a Cristo viene por medio de la predicación de la Palabra de Dios… Cuando la Palabra de Dios es expuesta con fidelidad y con el poder del Espíritu Santo, es Cristo el que habla al corazón de sus ovejas”. Esto explica el misterioso texto de Efesios. Cristo les habló por boca de los predicadores.
Por ello concluye Michelén: “La predicación es mucho más que la exposición de un pasaje de las Escrituras, es uno de los instrumentos primordiales escogidos por Dios para llevar a cabo su obra en el mundo, al hacer oír públicamente su voz a través de aquellos que han sido llamados y calificados por Él como ministros del evangelio.” Una cuidadosa lectura de esta sección de su libro ¡creo que motivará a cualquier predicador!
Michelén estructura su libro en tres bloques siendo el segundo Naturaleza, forma y contenido del sermón expositivo y hay mucho material muy interesante en estos capítulos. Pero el segundo capítulo que destaco viene de su tercer bloque “La preparación de un sermón expositivo paso a paso”. El capítulo 10 Estructura el sermón contiene una muy buena defensa de la necesidad de una buena estructura en la predicación. Escribe que es necesaria para que el mensaje sea más
- entendible,
- agradable,
- persuasivo y
- recordado.
- y además, para que podamos calcular los tiempos y decidir qué omitir, ¡punto que a muchos predicadores les vendría bien considerar!
Si el libro constara solo de los dos capítulos sobre cómo se escucha la voz de Cristo a través de la voz del predicador y cómo estructurar un mensaje ya sería un libro muy valioso sobre la predicación. Pero esto es solo una muestra de la riqueza de su contenido.
En taller de predicación queremos motivar para la predicación expositiva y queremos ayudar a proveer de recursos prácticos para ella, por lo tanto este libro es altamente recomendado.