Dos bosquejos para predicar Joel 2


Joel 2:28-32 : ¿Qué hubiera sido de nosotros si no hubiera sido por el Espíritu Santo?

Andrés Birch

Introducción

¿Qué hubiera sido de nosotros si no hubiera sido por el Señor Jesucristo, ¿verdad?

Y ¿qué hubiera sido de nosotros si no hubiera sido por el Espíritu Santo, ¿no?

Contexto y Trasfondo

No se sabe exactamente cuándo el profeta Joel escribió la profecía que lleva su nombre, pero parece probable que fuera unos cuatro siglos antes de Cristo y podemos dividir esta profecía en cuatro partes:

  1. Una situación desastrosa (1:1-20)

  2. Una llamada al arrepentimiento (2:1-17)

  3. Un mensaje de esperanza (2:18-32)

  4. Un anuncio de juicio (3:1-21)

La Profecía

¿Qué nos dice el pasaje acerca de ese derramamiento del Espíritu Santo?

  1. Un acontecimiento divino : Quien habla aquí es el Señor.

  2. Un acontecimiento futuro : Todos los verbos están en el tiempo futuro.

  3. Un acontecimiento planeado : ¡El Señor no improvisa!; ¡planea!

  4. Un acontecimiento impactante : Derramaría su Espíritu sobre todo tipo de personas.

  5. Un acontecimiento trascendental : El lenguaje es metafórico – cp. vv. 30-31a; 2:10; 3:15; Is. 13:10; Ez. 32:7.

  6. Un acontecimiento salvífico : V. 32

El Cumplimiento

Si esto es una profecía, y si el Señor estaba hablando de un acontecimiento todavía futuro, ‘la pregunta del millón’ es cuándo se iba a cumplir esta profecía. A esa pregunta os quiero ofrecer tres respuestas:

  1. Se cumplió el día de Pentecostés : Cp. Hch. 2:14 y ss.

  2. Se ha seguido cumpliendo desde entonces : Cf. Ro. 10:13 (en su contexto).

  3. Se cumple también en nosotros : ¿Cómo? – ¿en qué sentido? Cf. Hch. 2:39.

    1. Nosotros también hemos sido bautizados en el Espíritu Santo.

    2. El Espíritu Santo, que vino aquel día de Pentecostés, ¡vive en nosotros, testifica a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, intercede por nosotros, nos santifica, nos llena, nos capacita, nos ilumina, nos guía y nos fortalece!

    3. Y el Espíritu Santo sigue obrando, también, en miles de personas inconversas para llevarles a la salvación.

¡El cumplimiento de esta profecía es la base de nuestra esperanza y de la del mundo!

Conclusión

El contexto de esta profecía es un contexto de juicio – de juicio sobre Judá y sobre las naciones. Y en medio de esa situación de juicio ¡hay un mensaje de esperanza para los pecadores gracias a la misericordia de Dios en Cristo! este es el mensaje de Joel y de toda la Biblia: ¡el mensaje del evangelio!:

Joel 2:28-32: “El derramamiento del E.S. supone una revolución social”

Javier Díez

Trasfondo

Joel recuerda la catástrofe producida por la plaga de langostas (1:1-15) y la sequía (1:16-20) que arrasaron la tierra y dejaron muerte

  • Dios ha juzgado a Su pueblo y pide que se arrepienta (2:13-14)

  • Si el pueblo se arrepiente Dios le compensará de todo lo perdido.

Presentación

“Sucederá en algún tiempo futuro” : Nueva profecía.

  • Para Joel y sus contemporáneos hubiese sido normal que Dios derramara su Espíritu sobre líderes religiosos y políticos de Israel. La Unción, el revestimiento del poder divino. Les capacitaba y equipaba para servir a Dios eficazmente en tiempos y formas concretas.

    Lo que debió sonarles raro era que lo enviaría sobre toda carne. No un goteo salpicando a pocos sino un chaparrón que mojaría a todos.

  • La Actividad del E.S. No distinguirá la edad, sexo o condición social.

    1. “Hijos e Hijas profetizarán”. Hombres y mujeres tendrán posiciones equivalentes hablando las palabras que Dios les dará..

    2. “Ancianos y jóvenes”. Por igual. Dios se comunicará con ellos mientras duermen: “sueños” o despiertos: “visiones”. Ambos requieren interpretación.

    3. “Siervos y siervas” (29). Igualmente, también sobre ellos Aunque eran normalmente extranjeros, tomados en batallas o comprados fuera.

  • El Derramamiento. Traerá una revolución sociológica total a Israel.

    Chocará con la oración orgullosa que los hombres judíos hacían al amanecer:“Dios te doy gracias porque no nací gentil, ni esclavo ni mujer”

    1. El principio del fin. A partir de aquí sucederán acontecimientos cósmicos que desembocarán en el “Día del Señor, grande y terrible”.

Aplicación. (Hch 2:16).

Pedro interpreta lo que sucede en Pentecostés como “El derramamiento del E.S.” profetizado por Joel.

  1. JESUS. Dios hecho hombre, ungido por el E.S. que murió y resucitó y está exaltado a la diestra del Padre y “ha derramado el E.S.” (2:33).

    • Sobre los que han invocado su nombre. Lavados por su sangre.

    • Primero es la sangre y luego el aceite. El E.S. es santo.

Conclusión

Ha dado comienzo la nueva sociedad. La “etnia de Jesús”.

  • El E.S. quitará las barreras que dividen: “En Cristo Jesús no hay judío ni griego ni esclavo ni libre, porque todos sois uno” (Ga 3:28). Esta es la voluntad de Dios y con la ayuda del E.S. podemos vivirla.

  • El Objetivo: Es profetizar. “Hablar de parte de Dios”

    Profecía expositiva, directiva o predictiva. Pero siempre sometida a la palabra profética más segura (2 Pe 1:19).

  • Esperando la vuelta del que se fue a preparar sitio para nosotros.

    Visión Escatológica. Joel miraba hacia un tiempo futuro, cuando Dios traería juicio sobre sus enemigos y los enemigos de Israel, cuando las naciones serían convocadas a rendir cuentas de sus actos. También veía venir un día en que fluiría la abundancia del trono del Señor en Sion. El instrumento que haría posible estos grandes acontecimientos sería el Mesías. Jesús es quien cerraría este período de la historia, derrotando a sus enemigos, recompensando a la Iglesia y estableciendo definitivamente su reino de justicia.

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